Las cámaras que nuclean a empresas del sector destacan la evolución tecnológica que incide en la capacidad de los ladrillos cerámicos huecos para mejorar las condiciones de confort interior. Sin embargo, alertan sobre la desactualización de las normas respecto a los datos que se requieren para el cálculo de la eficiencia.
Los avances tecnológicos en la industria de la fabricación de ladrillos y bloques cerámicos huecos en Argentina, a partir de la producción automatizada y robotizada, hizo posible una nueva generación de ladrillos huecos termoeficientes.
Sin embargo, las prestaciones de estos nuevos productos no están aún reflejadas en las normas que deben consultar los profesionales para calcular la eficiencia de un sistema de cerramiento.
“La Norma IRAM 11601 que actualmente está publicada contiene datos desactualizados que no se condicen con la realidad de los elementos constructivos que a diario se utilizan en el país”, destaca la presidente de la Cámara Industrial de Cerámica Roja (CI-CER), Lic. Eugenia Ctibor.
Por esa razón, la Cámara que nuclea a 15 empresas líderes del sector ceramista con plantas de producción en Argentina, llevó adelante con el apoyo del INTI un estudio basado en ensayos realizados en el exterior sobre ladrillos provenientes de diferentes plantas. El trabajo incluye consultas y estudios comparativos con otros organismos técnicos del ámbito internacional de reconocida calidad y reputación.
Los resultados se plasmaron en un informe que proporciona valores actualizados de la conductividad térmica de la masa cerámica que conforma los ladrillos cerámicos huecos, relacionándola con su densidad. “Este informe es necesario e indispensable para actualizar las normas vigentes o para tener una norma propia de ladrillos huecos cerámicos que refleje la realidad actual de la mejora competitiva del sector”, destaca CICER.
“Los ladrillos termoeficientes DM20 permiten cumplir con los niveles de transmitancia térmica exigidos por las reglamentaciones locales en gran parte de Argentina sin necesidad de incorporar aislación térmica adicional”, afirma María Belén Salvetti, arquitecta especializada en eficiencia energética y miembro del departamento de sustentabilidad del Grupo UNICER, conformado por Later-Cer, Cerámica Quilmes, Palmar, Cerámica Cunmalleu, Cerámica Fanelli y Cerámica Rosario. Desde hace 10 años, estas empresas desarrollan ladrillos termoeficientes, lo cual incluyó inversión en investigación y la compra de maquinarias europeas.
Los mejores resultados del grupo DM, con respecto a otros ladrillos cerámicos huecos, se debe en gran parte al diseño de sus celdas, explica Salvetti. El diseño de los bloques consigue buenas prestaciones con un espesor de solo 20 cm. Lo cual permite adaptar el proyecto a las exigencias técnicas y de confort sin sacrificar superficie cubierta.
“La colocación es similar a la tradicional y, como no requieren de aislantes térmicos, es la alternativa más económica”, afirma el informe de CICER. Y agrega: “Cada unidad posee un coeficiente de transmitancia térmica de K 0.74. En la desactualizada Norma IRAM solamente constan los valores del coeficiente de conductividad para la mampostería de ladrillos comunes”.